Cambie el líquido de frenos cada 2 años con el fin de evitar averías prematuras en el sistema de frenos y en el módulo ABS.
Revise periódicamente la presión de sus neumáticos sin olvidar la rueda de repuesto.
Compruebe la regulación de los faros de manera periódica y asegúrese de que se encuentran limpios y en buen estado.